Aprende a combinar colores y cuadros decorativos

La psicología del color es un aspecto importante al momento de comunicar una idea o atraer la atención de los demás (Hever E., Psicología del Color: cómo actúan los colores sobre los sentimientos y la razón, 2004). Hacer contrastes casi perfectos, armonías de color bien estructuras o incluso historias contadas a través de los mismos puede parecer un trabajo difícil, pero en realidad, es más sencillo de lo que te imaginas.

Lo único que debes tener es paciencia, constancia y mucha práctica. Recuerda que nadie nace siendo un experto, pero con el tiempo puedes adquirir habilidades maravillosas que te servirán no solo en el ámbito laboral sino en cualquier situación casual o importante que se te presente en el día a día. 

Existen conocimientos básicos de los que puedes apoyarte, como por ejemplo el círculo cromático y los colores complementarios.

Los colores complementarios son aquellos que se presentan en parejas y se encuentran en posiciones opuestas dentro del círculo cromático, es decir, que están uno frente del otro (Ducuron, J., TeorÍa Del Color: Colores Primarios y Secundarios. Círculo Del Color. Colores Complementarios. Serie 2, 2019).

También puedes reconocer un par de colores complementarios cuando uno de ellos es una tonalidad fría y el otro una cálida. Algunos ejemplos de estas combinaciones armónicas de color te las presentamos aquí:

1. Contraste con tonalidades verdes y rojas: Esta es una de las combinaciones más populares o frecuentes en el mundo de la colorimetría. Es fácil captar la atención de cualquier espectador si utilizas las tonalidades adecuadas de estos dos colores, pues su combinación es un perfecto ejemplo de vivacidad y emociones fuertes. Algunos ejemplos de esta combinación son los adornos navideños y diversas formas de observar la naturaleza.

2. Contraste con tonalidades azules y rojizas: Una combinación poderosa y eficaz. Esta combinación es el perfecto equilibrio entre la gama de tonalidades frías y el resto de las tonalidades cálidas, demuestra seguridad, seriedad y un sutil toque de intelectualidad. Suele transmitir un sentimiento de confianza casi de inmediato, pues mientras que las tonalidades rojas actúan con un gran sentido de determinación y personalidad propia, las tonalidades azules ofrecen sofisticación y serenidad.

3. Contraste con tonalidad amarillo y violetas: Otra combinación totalmente alegre y funcional es la mezcla de tonalidades amarillas y violetas. Esta pareja de color por si solo brinda una impresión de vitalidad, energía y entusiasmo. Si estás pensando en transmitir una idea clara, llamar la atención y lucir amable, cordial y amigable, esta es tu mejor opción.

Conocer los principales contrastes y combinaciones entre colores te ayudará a dar el siguiente paso: colocar cuadros decorativos como lo hacen los profesionales. Aunque en la decoración no hay verdades absolutas, pues en gustos se rompen géneros, existen algunos puntos clave para lograr que tus cuadros decorativos luzcan al máximo en el espacio que destinaste para ellos: 

1- Asegúrate de que el cuadro nunca quede más cerca del techo que del mueble instalado debajo de él. En caso de que coloques un cuadro en un lugar donde no hay muebles, éste debe instalarse a la altura de los ojos, considerando la estatura promedio de un adulto. 

2- Conserva la proporción; es decir, nunca coloques un cuadro muy pequeño en una pared muy grande, ni un cuadro muy grande en una pared demasiado pequeña donde luzca ajustado. 

3- Mantén el equilibrio. Aunque se trata de un punto básico, cuidar que el cuadro decorativo sea instalado adecuadamente y bien nivelado, forma parte de los puntos clave que debes repasar a la hora de decorar. Aunque su belleza, formas y colores sean destacados, un cuadro torcido nunca lucirá bien; asegúrate de que los tuyos estén siempre bien colocados. 

Ahora que sabes cuales son las combinaciones de color más comunes y prácticas para decorar con cuadros como un profesional, estás listo para llamar la atención de tus espectadores. No habrá pretextos para no ponerlo en marcha y hacer de cualquier espacio y/o situación, una llena de colores y vida. 

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